
Salud y proteína animal
Salud y proteína animal, beneficios y recomendaciones
La relación entre salud y proteína animal es un tema cada vez más relevante en el ámbito de la nutrición. Las proteínas de origen animal son fundamentales para el funcionamiento del cuerpo humano, ya que participan en procesos esenciales como la regeneración de tejidos, la producción de hormonas y el mantenimiento del sistema inmunológico.
Sin embargo, como ocurre con muchos otros nutrientes, su consumo debe ser equilibrado para evitar efectos adversos sobre la salud.
¿Qué son las proteínas de origen animal?
Las proteínas animales, también conocidas como proteínas de alto valor biológico, se encuentran en alimentos como la carne, el pescado, los huevos, la leche y los productos lácteos. Se caracterizan por contener todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita y por su alta biodisponibilidad, es decir, su capacidad de ser absorbidas y utilizadas eficazmente por el cuerpo.
Entre sus funciones principales destacan la reparación y construcción de tejidos, el transporte de sustancias como lípidos y minerales en la sangre, la producción de enzimas y hormonas, y la defensa del organismo frente a enfermedades.
Beneficios de consumir proteína animal
El consumo adecuado de proteína animal puede aportar múltiples beneficios para la salud. Estos incluyen:
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Desarrollo muscular: esencial para la formación y recuperación del tejido muscular.
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Fortalecimiento del sistema inmunológico: las proteínas ayudan en la formación de anticuerpos.
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Apoyo hormonal: influyen en la producción de hormonas clave como la insulina y la hormona del crecimiento.
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Salud ósea: los alimentos ricos en proteínas animales también suelen contener calcio, hierro y vitamina B12, nutrientes esenciales para huesos y sistema nervioso.
Riesgos del exceso de proteína animal
A pesar de sus beneficios, un consumo excesivo de proteínas de origen animal puede tener consecuencias negativas. Algunos estudios señalan que un exceso prolongado puede sobrecargar los riñones, aumentar los niveles de colesterol LDL (el “malo”) y elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además, algunas carnes procesadas o con alto contenido en grasas saturadas pueden estar asociadas con mayor riesgo de hipertensión, obesidad y ciertos tipos de cáncer.
Que debemos tener en cuenta para un consumo saludable
Para disfrutar de los beneficios de la proteína animal sin comprometer la salud, los expertos recomiendan seguir unas pautas de consumo equilibradas:
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Elegir carnes frescas y magras, como el pollo o el cerdo de corte magro, por su alto valor biológico y bajo contenido en grasa.
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Incorporar pescado azul a la dieta semanal, por su aporte en proteínas y ácidos grasos omega-3, esenciales para el sistema cardiovascular.
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Consumir lácteos descremados o bajos en grasa, para obtener proteína y calcio sin excesos de grasa saturada.
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Evitar carnes procesadas y ultraprocesadas, priorizando siempre productos cárnicos frescos y de origen confiable.
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Combinar la proteína animal con alimentos vegetales, como legumbres, verduras y frutas, para lograr una alimentación completa y saludable.
En el contexto de una dieta equilibrada, las carnes frescas de calidad, suministradas por distribuidores especializados, juegan un papel clave para una nutrición saludable.
La cantidad diaria recomendada para adultos es de entre 0,8 y 1 gramo de proteína por cada kilo de peso corporal. En niños, estas necesidades son mayores debido al crecimiento y desarrollo.
La clave para mantener una buena salud está en el equilibrio. La proteína animal es un pilar fundamental de la dieta, pero debe consumirse de manera consciente y moderada.
Desde Grup Alimentari Disteco pensamos que adoptar hábitos alimentarios equilibrados, donde se combine proteína animal de alta calidad, es la mejor forma de cuidar la salud a largo plazo.