Reglas básicas de una alimentación saludable

Llevar una alimentación saludable es uno de los propósitos que muchas personas se proponen cuando comienza un nuevo año. Sin embargo, llevar una dieta sana no debería ser un propósito sino una forma de entender la alimentación.

Una alimentación saludable no implica someterse a grandes limitaciones dietéticas, sino ser realistas y comer con cabeza, sabiendo privarse de aquellos alimentos que aunque nos gustan sabemos que no son demasiado saludables.

Por supuesto, eso no significa que no podamos comer nunca esos alimentos, sino que debemos intentar reducir lo máximo posible su ingesta.

Para llevar una alimentación sana hay una serie de reglas que no debemos perder de vista:

Beber agua: la ingesta de agua es esencial, se aconseja tomar entre 8 y 10 vasos de agua al día (unos 2 litros). Teniendo en cuenta que algunos de los platos que tomamos ya llevan agua, por lo que no conviene abusar.

Los cereales son indispensables: han formado parte de alimentación humana desde siempre y por tanto no debemos renunciar a ellos. Los encontramos en alimentos tan sanos y ricos como el arroz o el pan.

Más frutas y verduras: son el punto débil de muchas personas que buscan una alimentación saludable. Lo aconsejable es tomar unas cinco raciones al día para garantizar un bueno aporte de minerales, antioxidantes y vitaminas.

Carne y pescado con moderación: son una parte esencial de nuestra dieta, pero hay que moderar su consumo, especialmente el de la carne con un alto contenido en grasa.

Más legumbres: aunque no son el plato favorito de muchas personas, estos alimentos son ricos en hierro, minerales y vitaminas, así que deberíamos tomarla un mínimo de dos veces a la semana.

Aceites y grasas: no tienen que ser eliminados totalmente de nuestra dieta, pero deben tomarse con moderación.

En cuanto a los dulces, debemos restringir lo máximo posible su ingesta y, en caso de poder elegir, optar siempre por productos caseros en lugar de manufacturados.