Preparar una tabla de quesos
Preparar una tabla de quesos paso a paso
Parece sencillo, pero hay varios factores que han de tomarse en consideración para preparar una tabla de quesos, desde el tipo de producto hasta las temperaturas, el corte y los acompañamientos para cada momento.
Para degustar, acompañar o dar inicio a una reunión familiar y con amigos, preparar una tabla de quesos es una opción sabrosa y elegante.
Pero para que resulte un verdadero éxito, hay una cantidad de variables que es importante tener en cuenta a la hora de preparar, presentar y acompañar una tabla de quesos como un experto.
Hemos de tener atención a cada detalle para nuestra tabla de quesos sea todo un éxito.
Incluso antes de adquirir los productos, han de tenerse en cuenta los siguientes puntos:
Plato, pizarra o madera: el soporte adecuado será aquel que sea resistente a los cortes y a los olores. Es importante que sea un material fuerte, duro y, preferentemente, de madera tratada.
Tipos de queso: lo que merece el título de ‘tabla de quesos’ ha de presentar entre 5 y 8 quesos con características bien diferenciadas, como tiempos de maduración, tipos de leche (de cabra, de oveja, de vaca), mayor y menor dureza y mayor o menor suavidad, así como de origen geográfico.
Temperatura: los quesos se sirven a temperatura ambiente, por lo que has de recordar sacarlos de la nevera entre 15 y 20 minutos antes para cortarlos y dejar que se atemperen.
El corte merece un capítulo aparte, pues cada tipo de queso lleva un corte determinado:
– Quesos cilíndricos de diámetro grande: estos quesos grandes, como el Gouda, se cortan en cuñas y luego en tacos o lonchas.
– Quesos cilíndricos de diámetro medio: estos quesos medianos, como el Manchego, se cortan primero en cuñas y luego en láminas que quedan de forma triangular, con el lomo como base angosta.
– Quesos cilíndricos de diámetro pequeño: estos quesos largos, como el Provolone o los rulos, se cortan en rodajas.
– Quesos cónicos: como el Tetilla, se cortan en rodajas empezando por la base y luego las rodajas en porciones triangulares.
– Quesos rectangulares: como el Brique o el Cheddar, se cortan en bastones o directamente en lonchas.
– Quesos blandos de corteza enmohecida: como el Brie, se cortan en porciones triangulares.
– Quesos azules: como el Roquefort, se cortan en tacos o en bisel.
– Quesos muy duros: como el Parmesano, se sirve en trozos irregulares o lascas, usando un cuchillo caliente.