El turismo gastronómico, una tendencia en alza dentro del turismo

Tendencias que atraen el turismo gastronómico

Cada vez más personas optan por una experiencia de turismo diferenciada donde la clave para programar el recorrido es conocer o degustar comidas y bebidas al mismo tiempo que disfrutar del entorno que el lugar destino ofrece.

Qué distingue a un turista gastronómico

Si bien los turistas en general incluyen las cuestiones gastronómicas en los planes de viaje, el turista gastronómico tiene un perfil propio que valora en particular el disfrute de comidas en particular o bebidas en especial, siendo estos aspectos donde se centra la planificación del viaje o escapada turística.

La importancia de destacar en este segmento

Aunque el turismo gastronómico no es un concepto nuevo, sí lo es la difusión que ha logrado a través de las nuevas tecnologías, como sitios web, aplicaciones y guías exclusivas, que han ampliado el público y creado nuevas clasificaciones dentro del propio segmento.

Esta verdadera expansión del turismo gastronómico demanda una mayor diversidad de la oferta, donde la calidad de los productos y servicios sigue teniendo una importancia privilegiada.

Ofertas diversificadas para turistas singulares

La popularización de esta tendencia a considerar la gastronomía como guía de viaje ha volcado la atención del turista a hacia la experiencia gastronómica como contexto del disfrute.

 

Un estudio reciente ha identificado las siguientes clasificaciones de turista gastronómico.

Entre los tradicionales el Gastrónomo o Gourmet es un profesional catador de la comida o la bebida, que busca esencialmente la exquisitez en preparaciones elaboradas de alta cocina y elegancia.

Eso mismo es lo que los distingue de los Foodies o Comidistas, quienes que buscan una experiencia que va más allá de la comida.

Por otra parte están los Gourmand, aquellos que disfrutan tanto de la gastronomía que se interesan más por la comida que por el grado de elaboración de la oferta.

Un capítulo aparte tienen los Winelovers, “amantes del vino” cuyas expectativas están fijadas en la degustación de vinos tanto como en la experiencia de recorrer bodegas.

Entre los aficionados están a quienes se define como “Cocinillas”, pues les encanta cocinar y aprender nuevas técnicas para enriquecer sus propios conocimientos de elaboración.

Además, están por supuesto los que van mucho más allá de la gastronomía y las expectativas de su visita van desde lo refinado y exclusivo para los Sibarita, hasta los Responsables, que examinan el compromiso extendido desde la producción, la elaboración y los servicios que se brindan en la oferta de turismo gastronómico.