El sector agroalimentario como dinamizador social
El sector agroalimentario como dinamizador social e impulsor del empleo
La transformación hacia sistemas alimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes, sostenibles y con garantías de bienestar animal supone varios retos, pero también oportunidades para seguir siendo un impulsor del crecimiento.
Las organizaciones líderes del sector, junto con empresas y representantes de sectores asociados están de acuerdo en que el sector agroalimentario español es un importante dinamizador en la economía, con una aportación al PIB superior al 10%.
Sin embargo, el nuevo escenario, que no sólo incorpora el esperado esfuerzo para superar las secuelas de la pandemia sino también los efectos de la guerra en Ucrania, incorpora más desafíos.
Estas contingencias, y la evolución de la inflación, han visibilizado también la relevancia de las cadenas de suministro, su eficiencia y envergadura.
Hacia un modelo de alimentación global y sostenible
En el contexto actual, todos los especialistas están de acuerdo en que resulta indispensable debatir un modelo global y sostenible para todos los eslabones de la cadena de suministro en la agroalimentación.
En este sentido, los principales desafíos que se afrontan en el sector de la alimentación para lograr la sostenibilidad pueden resumirse en:
- Económicos: el sector agroalimentario emplea a 2,3 millones de personas y representa cerca del 20% de las exportaciones europeas, por lo que es un sector esencial de la economía, tanto española y como de la región.
- Medioambientales: además de contribuir a la pérdida de la biodiversidad, la industria alimentaria es responsable de más de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que resulta imprescindible dar un paso adelante hacia una producción más eficiente y amigable con el medio ambiente.
- Digitales: tecnologías como la inteligencia artificial, el big data y el blockchain, han cambiado definitivamente la forma de comercializar en el sector agroalimentario, por lo que se requiere una transformación digital definitiva hacia la competitividad.
- Pérdidas: sobre todo en lo que refiere al desperdicio de alimentos debido a una cadena de suministro ineficiente, pero también en el fomento de modelos de producción y consumo más sostenibles.
Marcar metas comerciales alineadas a estos desafíos supondrá la diferencia durante este año, pues son algunos de los elementos clave para avanzar en una estrategia “de la granja a la mesa” que es también una exigencia cada vez más presente en el consumidor.
En Grup Alimentari Disteco trabajamos con empeño por impulsar los productos de calidad y máxima proximidad en el mercado y mejorar la competitividad de alimentos locales tradicionales de gran calidad.