9 Marzo 2018
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 Dieta y salud tras un periodo de vacaciones

Dieta y salud tras un periodo de vacaciones

Dieta y salud tras las vacaciones de semana santa

Una vez que se acaban las vacaciones son muchos/as los que se arrepienten de los excesos cometidos durante estos días de descanso.

Es frecuente que durante los días de vacaciones consumimos más productos ricos en grasas, más azúcares y  algo más de alcohol, lo que a la larga puede tener consecuencias negativas para la salud.

Ahora que todo el mundo parece haber vuelto a la rutina, es tiempo de recuperar los buenos hábitos que se han dejado atrás durante estos días.

No se trata únicamente de perder los kilos que hayamos podido adquirir, sino de volver nuestro organismo a la normalidad, dejando de lado aquellos alimentos que son menos sanos y que pueden aumentar factores de riesgo para la salud como el colesterol o los triglicéridos.

La dieta mediterránea es una de las más populares a nivel mundial.

Este tipo de alimentación aboga por comer de todo, pero moderando las cantidades y dando prioridad a productos propios del clima mediterráneo, como las frutas, las verduras y las hortalizas en buena combinación con las proteínas e hidratos de carbono.

Las proteínas y los hidratos de carbono nos aporta la energía que necesitaremos durante todo el día. Es por ello que lo más recomendable es combinar los platos principales de carne, pescado o legumbres con alguna ensalada como acompañamiento.

Para evitar llegar con demasiada hambre a la comida y la cena, lo mejor es hacer cinco comidas a lo largo del día, incluyendo además del desayuno, el almuerzo y la cena un refrigerio a media mañana y media tarde.

Mejor si se trata de una pieza de fruta o un poco de jamón, algo más que un derivado cárnico, ya que es bajo en calorías y con un alto aporte de proteína y vitaminas.  

Mucha gente tiene la mala costumbre de picar entre horas, ingiriendo bebidas o dulces de todo tipo. Estos productos, además de engordar, aportan a nuestro cuerpo un buen número de grasas saturadas que no le son necesarias. En estos casos es mejor optar por tomar unos pocos frutos secos.

Se recomienda además de moderar la ingesta de alcohol y reducirla en el caso de refrescos azucarados y aumentar en cambio el consumo del agua durante todo el día.